Los primeros intentos por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores fueron llevados a cabo por los socialistas utópicos. Aunque sus proyectos apenas se realizaron, sus aportaciones teóricas fueron una de las claves del marxismo posterior. Aquí os dejo un texto de una de esas aportaciones: el Falansterio de Charles Fourier.
"Un falansterio necesita unas 1.500 ó 1.600 personas y un terreno de una legua cuadrada (no olvidemos que con el tercio basta para el método sencillo)(...). Se reunirán personas de desiguales fortunas, edades, caracteres y conocimientos teóricos y prácticos, graduando la desigualdad; se cuidará de que exista la mayor variedad posible, pues cuanto mayor variedad exista en las pasiones y facultades de los asociados, más fácil será armonizarlos en poco tiempo.(...) Deberá tener, a lo menos, las siete octavas partes de sus miembros entre agricultores y manufactureros; el octavo se compondrá de capitalistas, sabios y artistas.
En vez de ese caos de casetas que rivalizan en suciedad y deformidad de nuestros pueblos una Falange; se construye un edificio tan regular como lo permita el terreno.
El centro del palacio o falansterio, debe dedicarse a las funciones apacibles, comedores, Bolsa, biblioteca, salas de reunión y de estudio, etc. En ese centro estará el templo, la torre del vigía, el telégrafo, las palomas mensajeras, el observatorio, la campana de ceremonias y el patio de invierno, adornado con plantas resinosas y situado al respaldo del patio principal.(...)
Los 300 graneros, que emplean hoy 300 familias de aldeanos (1.500 a 1.600 personas), serán reemplazados por un granero vasto e higiénico, dividido en compartimentos especiales para cada artículo y hasta para cada variedad de artículo. Se podrían reunir en él todas las ventajas de ventilación, sequedad, calor, exposición de los productos y otras con que no puede soñar el labrador lugareño, porque, a veces, hasta su choza se encuentra mal situada y en malas condiciones para conservar los comestibles. Una Falange, en cambio, escoge el local más favorable y conveniente, tanto para el conjunto como para los detalles: graneros, bodegas, etc.
El trabajo socialista deberá, para ejercer una fuerte atracción sobre el pueblo, diferir radicalmente de las odiosas formas con que nos lo presenta el estado actual. La industria socialista, para convertirse en atrayente, necesitará cumplir las siete condiciones siguientes:
1° Que cada trabajador sea asociado, retribuido con dividendo y no con salario.
2° Que todo hombre, mujer o niño. sea retribuído en proporción de las tres facultades: capital, trabajo y talento.
3° Que las sesiones industriales sean variadas aproximadamente ocho veces al día, pues el entusiasmo no puede sostenerse más de hora y media a dos horas en el ejercicio de una función agrícola o manufacturera.
4° Que sean ejercidas en compañía de amigos espontáneamente reunidos, intrigados y estimulados por activísimas rivalidades.
5° Que los talleres y cultivos presenten al obrero los atractivos de la elegancia y limpieza.
6° Que la división del trabajo sea llevada al grado supremo, a fin de aficionar cada sexo y cada edad a las funciones más adecuadas.
7° Que en esta distribución, cada uno, mujer o niño, goce plenamente del derecho al trabajo o derecho de intervenir en cada rama de trabajo que le convenga escoger, siempre que acredite aptitudes y probidad."
"Un falansterio necesita unas 1.500 ó 1.600 personas y un terreno de una legua cuadrada (no olvidemos que con el tercio basta para el método sencillo)(...). Se reunirán personas de desiguales fortunas, edades, caracteres y conocimientos teóricos y prácticos, graduando la desigualdad; se cuidará de que exista la mayor variedad posible, pues cuanto mayor variedad exista en las pasiones y facultades de los asociados, más fácil será armonizarlos en poco tiempo.(...) Deberá tener, a lo menos, las siete octavas partes de sus miembros entre agricultores y manufactureros; el octavo se compondrá de capitalistas, sabios y artistas.
En vez de ese caos de casetas que rivalizan en suciedad y deformidad de nuestros pueblos una Falange; se construye un edificio tan regular como lo permita el terreno.
El centro del palacio o falansterio, debe dedicarse a las funciones apacibles, comedores, Bolsa, biblioteca, salas de reunión y de estudio, etc. En ese centro estará el templo, la torre del vigía, el telégrafo, las palomas mensajeras, el observatorio, la campana de ceremonias y el patio de invierno, adornado con plantas resinosas y situado al respaldo del patio principal.(...)
Los 300 graneros, que emplean hoy 300 familias de aldeanos (1.500 a 1.600 personas), serán reemplazados por un granero vasto e higiénico, dividido en compartimentos especiales para cada artículo y hasta para cada variedad de artículo. Se podrían reunir en él todas las ventajas de ventilación, sequedad, calor, exposición de los productos y otras con que no puede soñar el labrador lugareño, porque, a veces, hasta su choza se encuentra mal situada y en malas condiciones para conservar los comestibles. Una Falange, en cambio, escoge el local más favorable y conveniente, tanto para el conjunto como para los detalles: graneros, bodegas, etc.
El trabajo socialista deberá, para ejercer una fuerte atracción sobre el pueblo, diferir radicalmente de las odiosas formas con que nos lo presenta el estado actual. La industria socialista, para convertirse en atrayente, necesitará cumplir las siete condiciones siguientes:
1° Que cada trabajador sea asociado, retribuido con dividendo y no con salario.
2° Que todo hombre, mujer o niño. sea retribuído en proporción de las tres facultades: capital, trabajo y talento.
3° Que las sesiones industriales sean variadas aproximadamente ocho veces al día, pues el entusiasmo no puede sostenerse más de hora y media a dos horas en el ejercicio de una función agrícola o manufacturera.
4° Que sean ejercidas en compañía de amigos espontáneamente reunidos, intrigados y estimulados por activísimas rivalidades.
5° Que los talleres y cultivos presenten al obrero los atractivos de la elegancia y limpieza.
6° Que la división del trabajo sea llevada al grado supremo, a fin de aficionar cada sexo y cada edad a las funciones más adecuadas.
7° Que en esta distribución, cada uno, mujer o niño, goce plenamente del derecho al trabajo o derecho de intervenir en cada rama de trabajo que le convenga escoger, siempre que acredite aptitudes y probidad."